Funciones del franquiciador
No es franquiciador quien quiere, sino quien puede. No nos referimos con esto a que el negocio que desarrolle solo dé muestras sobradas de experimentación, innovación y rentabilidad, si no a la destreza que el propio empresario debe atesorar y que se convierte en el pilar fundamental sobre el que debe mantenerse el sistema organizativo que se dispone a crear.
Un empresario franquiciador debe ser el más completo y que no es fácil serlo, y mucho menos acaparar las muchas habilidades que se requieren en él. No basta con haber creado un modelo de éxito, algo básico y esencial siquiera para poder pensar en la posibilidad de franquiciarlo. El empresario franquiciador tendrá que dar buena muestra de sus dotes para desarrollar, organizar y saber gestionar las muy peculiares características de una agrupación de empresarios independientes, con todo lo que ello supone.
La franquicia como asociación de empresas exigirá a su máximo exponente una clara versatilidad y diversidad de facetas y habilidades de gestión que hagan posible el sostenimiento del sistema organizativo que constituye toda franquicia. No bastará con ser el avezado empresario que debe ser ya de por sí. Debe ser algo así como un atleta de decatlón, que no destacará en una única disciplina, sino que competirá en muchas de ellas, cuatro carreras, tres lanzamientos y tres saltos. El mejor de los atletas.
Un empresario franquiciador ha de ser ante todo un verdadero líder de la cadena, un perfecto comunicador y un interlocutor permanente con sus empresarios asociados. Que escuche a sus franquiciados, los haga participar y sepa aprovechar sus enriquecedoras aportaciones en beneficio general de la enseña y de todos a quienes ésta abandera. Alguien que sepa adelantarse a cualquier problema para evitar que llegue siquiera a plantearse, pero también que plantee soluciones factibles y eficaces ante las muchas contingencias que toda relación empresarial conlleva y que a la franquicia no le serán ni mucho menos ajenas.
Paciente, conciliador, excelente negociador y ecuánime en la adopción de cualquier decisión que afecte a los negocios de su cadena. Bien informado y siempre adaptado a las tendencias del mercado para así garantizar a su red un modelo de vanguardia. Muy organizado, acostumbrado a gestionar equipos, dispuesto a la mejora continua de su estructura de asistencia y control. Persistente en la innovación y la adaptación tecnológica de la franquicia?
Un franquiciador ha de saber gestionar, organizar, escuchar, compartir, dialogar, pactar, instruir, controlar, motivar y asistir a todos y cada uno de sus franquiciados. Únicamente así, uno y otro, podrán ser lo suficientemente competitivos y contar con posibilidades reales de alcanzar su objetivo: el triunfo personal uno, y el beneficio común de la red el otro.
Las funciones que deberás desempeñar en tu papel de franquiciador son las siguientes:
- Gestión de una red de franquicias. Sí, por supuesto, pero de forma optimizada. Tenemos claro que a partir del esfuerzo y el trabajo, podemos lograr el éxito que esperamos. Pues es la hora de ponernos en marcha o ejercer nuestra misión bajo un nuevo enfoque.
- Soporte a franquiciados. El principal referente de tus franquiciados, y respaldarlos en caso necesario. Hay veces que las quejas o necesidades y posibles problemas que se plantean son legítimos y hay que abordarlos.
- Supervisión de la red. Ten una visión global continua cuando supervises las operaciones de franquicia y su rendimiento. ¿Cuál es la manera de lograr un buen resultado? ¿Qué pasaría si tus franquiciados no rinden y cumplen sus objetivos al 100%? ¿Cuál es la mejor estrategia para conseguir nuestro objetivo? Se flexible ante esto
- Comunicar a la red. Di lo quieres transmitir, y no intentes enmascarar la información si no va a ser todo lo bien recibida que esperas. Complacer a todo el mundo es complicado, pero evitando el tono pasivo-agresivo, y comunicando las cosas con templanza, tus franquiciados te entenderán perfectamente.
- Ejecutar mejoras en la red. Intégrate como uno más y escucha a tus franquiciados. Muchas veces como oyente se obtiene más información que intentando pedir explicaciones directas. Además de estas reuniones se pueden extraer grandes ideas.
- Asumir los riesgos: En un ambiente positivo, y asumiendo las responsabilidades directas, ayudarán a la construcción de una buena gestión de la red de franquicias.
- Solucionar problemas. De los errores se aprende. Es cierto y una total señal de liderazgo en tu puesto como responsable de la red de franquicias. En estos casos, lo mejor es admitirlos y ver posibles soluciones. Y sobre todo, si necesitas ayuda, pídela a los expertos y consultores.